Una de mis mejores amigas me escribió pidiéndome que habláramos. Por cómo lo hizo, sabía que quería contarme algo.
Y ella es una de esas personas importantes en mi vida, con las que no hablo todos los días pero cuando hablamos … ¡es como si el tiempo no hubiera pasado!
El hecho es que acordamos una cita y primero le conté sobre mí, cómo iba mi vida, mis viajes, mi negocio y cómo el año pasado fue un año de destrucción para construir.
Transformé mi negocio por completo y lo construí de nuevo, ahora con bases más sólidas y el camino claro.
Así, como el ave fenix.
Pero … ningún proceso de destrucción viene sin su alta carga emocional …
Así que le hablé de esto y ella me dijo:
“Eso es justo lo que me está pasando, pero en el ámbito corporativo”.
Carla* (nombre modificado) es una mujer súper inteligente que se ha enfocado en el mundo empresarial y ha estado ascendiendo en diferentes roles.
Hace poco tiempo logró el ascenso por el que había estado trabajando los últimos dos años, pero me dijo:
“Yo pensaba que cuando por fin me ascendieran, lo iba a disfrutar un montón, pero… en realidad, cuando llegó el anuncio, fue como, ah… ¿todo eso para esto?“.
Y es que Carla, como muchas personas, creía que esa siguiente meta la iba a hacer feliz …
Que finalmente, al tener ese “puesto soñado”, todos sus problemas o preocupaciones iban a desaparecer.
Pero no.
… Y Carla* podría ser cualquiera de nosotros …
Cada uno reconoce esos objetivos que hemos puesto fuera, pero que en realidad, al alcanzarlos, nos preguntamos… ¿Realmente quería esto?
Otro ejemplo de esto es algo que a mí me ha pasado varias veces.
Pero, en otro sentido …
En el caso en el que no estoy feliz o satisfecha … en un trabajo, en un proyecto o en una relación.
Y hago todas las acciones necesarias para cambiarlas y de hecho, lo logro.
Tengo un nuevo negocio, un nuevo proyecto, etc.
Pero las mismas situaciones que no me hacían feliz en el contexto anterior, comienzan a aparecer en este nuevo contexto representadas en otras situaciones o personas.
Y es por esto que…
Si realmente quieres un cambio, lo primero que tienes que cambiar es tu mundo interior, es tu mentalidad.
Porque realmente, tu mundo exterior va a ser un reflejo de lo que llevas dentro.
Y si cambias de contexto pero, tu mundo interior no cambia, este nuevo contexto se va a convertir de un reflejo de tu mentalidad.
El típico ejemplo es el de la persona que se gana la lotería pero no sabe manejar tanto dinero y pasando el tiempo termina igual -o peor- de como estaba antes.
Por el contrario, si cambias tu mentalidad …
✅ Tendrás las herramientas para darte cuenta de que ya eras feliz donde estás y que los problemas los estabas creando tú mismo
✅ Tendrás más claro el camino que realmente quieres tomar y que vibra con tu alma. Aquel camino con el que realmente te sientes identificado.
Si esto resuena contigo, hay un libro que leí cuando tenía 15 años y que ahora ha regresado a mí y me lo estoy leyendo de nuevo. Vale mucho la pena y se llama “El Poder del Ahora”